Por: Karla López C.
klopez@camae.org
Continúa el debate sobre la sostenibilidad del transporte marítimo, el caballo de batalla del comercio mundial. Se prevé que hoy culmine la reunión que lidera la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD) en Ginebra-Suiza, donde se aborda la estrategia inicial para la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero de los buques que adoptó la Organización Marítima Internacional.
Es importante que conozcas que el Protocolo de Kyoto no cubre las emisiones de gases de efecto invernadero de los envíos.
La comunidad internacional une esfuerzos para garantizar que el transporte marítimo responda a los desafíos del cambio climático.
A continuación ampliamos tu conocimiento respecto a este tema, donde la UNCTAD responde a las siguientes preguntas.
P: ¿Cuál es la huella de carbono del envío?
R: En 2012, las emisiones totales de envío se estimaron en aproximadamente 938 millones de toneladas de CO2. Esto representó el 2,6% de las emisiones globales de CO2. Se estima que los envíos internacionales han emitido 796 millones de toneladas de CO2, lo que representa el 2.2% del total mundial (Tercer Estudio de GEI 2014). Para poner las cosas en perspectiva y para comparar, las emisiones de dióxido de carbono del transporte internacional son comparables a las emisiones atribuidas a Alemania (802 millones de toneladas en 2016), el sexto emisor mundial de CO2 (Global Carbon Atlas, 2017).
P: ¿Cómo se compara el envío con otros modos de transporte?
R: El transporte marítimo se compara favorablemente con otros modos de transporte, tanto en términos de eficiencia de combustible como de emisiones de GEI (por unidad / tonelada-kilómetro). Sin embargo, existe un potencial significativo para una creciente huella de carbono en vista de la fuerte dependencia del transporte internacional en el petróleo para la propulsión y el crecimiento esperado en la demanda mundial de servicios de envío impulsados por la expansión de la población y el comercio mundial.
P: ¿Cómo se espera que evolucionen las emisiones de GEI del envío?
R: Sin medidas de mitigación, se puede esperar que las emisiones de carbono del sector aumenten y, por lo tanto, socavan el objetivo de sostenibilidad. Los escenarios de pronóstico para el mediano plazo sugieren que, en un escenario comercial como el habitual, las emisiones de carbono marítimo podrían aumentar en un 50–250% para 2050, dependiendo del crecimiento económico y la demanda mundial de energía (IMO Third GHG Study 2014).
El envío, por lo tanto, tiene un papel crucial para ayudar a lograr el objetivo acordado internacionalmente en el Acuerdo de París de limitar el aumento de la temperatura promedio global a menos de 2 ° C por encima de los niveles preindustriales.
P: ¿Cómo se tratan las emisiones de la navegación internacional bajo el Protocolo de Kyoto?
R: Las emisiones de gases de efecto invernadero de la navegación internacional, que se estima que representan más del 80% del comercio mundial en volumen y más del 70% en valor, no están cubiertas por el Protocolo de Kyoto.
P: ¿Por qué es difícil regular las emisiones de GEI del envío?
R: Una de las principales dificultades asociadas con la regulación de las emisiones de GEI del transporte marítimo internacional se relaciona con la complejidad inherente de este sector.
Las emisiones de gases de efecto invernadero del transporte internacional se generan principalmente fuera de las fronteras nacionales y los buques pueden estar vinculados a diferentes naciones a través del registro, la propiedad real y la operación. El cálculo de las emisiones y su atribución a los países es, por lo tanto, complejo.
P: ¿Qué está haciendo la comunidad internacional para abordar el problema?
A: El Protocolo de Kyoto delegó el trabajo en la limitación o reducción de las emisiones de GEI de los combustibles de búnker marinos a la OMI. En 2016, la OMI adoptó un sistema obligatorio de recopilación de datos para el consumo de combustible por los buques y una hoja de ruta para desarrollar una estrategia integral de la OMI sobre la reducción de las emisiones de GEI de los buques.
En abril de 2018, la OMI adoptó una estrategia inicial sobre este tema, que apunta a la reducción de las emisiones anuales totales de GEI de los buques en al menos un 50% para 2050, en comparación con 2008, e incluye objetivos de reducción cuantitativa hasta 2050, a corto plazo. Medidas de política a medio y largo plazo para ayudar a alcanzar los objetivos.
Según la estrategia inicial, las medidas basadas en el mercado pueden ser medidas potenciales a medio plazo, que se acordarán en 2023-2030. Deben abordarse diversas consideraciones, incluidas las posibles consecuencias de las medidas basadas en el mercado para los costos de transporte y la competitividad comercial, en particular en los países en desarrollo, incluidos los pequeños Estados insulares en desarrollo y los países en desarrollo sin litoral.