Por: Redacción CAMAE
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El mayor puerto de volumen de contenedores de Sudamérica, Santos, está forjando vínculos más estrechos con China y se enfoca en la rentabilidad.
Casemiro Tércio Carvalho es CEO de Codesp, la autoridad portuaria de Santos y es un hombre con la misión de hacer que el país más grande de América del Sur, sea rentable a través de incentivos que «internacionalizan y modernizan» las instalaciones consignó portstrategy.
Esa misión contempla cambiar los cimientos de la forma en que Codesp ha sido operado durante los últimos 30 años y renegociar docenas de contratos de concesión que caducan, asumir los estibadores y los sindicatos de la autoridad portuaria, recortar costos, aumentar los ingresos y encontrar nuevas fuentes de ingresos.
También quiere formular nuevos contratos de dragado que puedan garantizar un calado permanente de 15 metros para la llegada de la próxima generación de grandes embarcaciones para la costa este de América del Sur que superan los 12,000 TEU en capacidad de buques manejados en la actualidad.
El año pasado, Codesp registró una pérdida de 468,7 millones de reales ($ 125,3 millones) y eso, según Carvalho, quien fue designado personalmente por Tarcísio Gomes de Freitas, el Ministro para Infraestructura y Transporte. Carvalho argumenta firmemente que el puerto debería estar haciendo dinero sin perderlo.
Codesp y Carvalho ya han progresado con respecto a esta misión y durante el primer semestre de este año registraron ganancias de 63,5 millones de reales, 16 veces más que los 4 millones de reales obtenidos durante el mismo período de 2018.
Carvalho no cuenta con el apoyo de muchas empresas que trabajan en el puerto de Santos, que representaron 4,2 millones de TEU en 2018, aproximadamente el 45% de todo el comercio en contenedores de Brasil, así como alrededor del 32% de todo el comercio exterior.
Admitió, sin embargo, que la negociación aumenta con las grandes potencias portuarias como Petrobras (el gigante petrolero controlado por el estado) podría «resultar más difícil». Carvalho confirmó que a cambio de tarifas más altas, las líneas navieras y los operadores portuarios podrían utilizar una mejor infraestructura, gastando más dinero en carreteras, ferrocarriles y dragados.
