Amplia confusión reina entre expedidores y forwarders por los convulsionados precios del búnker, que tras la entrada en vigencia de la norma IMO2020 han sufrido incosistencias durante todo el mes. La consultora marítima Drewry ha analizado este fenómeno, exponiendo las visiones de los involucrados –a través de testimonios- y las posibles causas.
Impacto desconocido
“No es que esté confundido, sino más bien completamente perdido respecto de cómo establecer una estrategia respecto de las acciones incoherentes de las navieras. Estamos exportando principalmente desde África, donde somos considerados una carga de retorno, pero de todos modos esperamos un recargo en el BAF (factor de ajuste búnker) hacia fines de marzo”, expresa uno de los afectados que entregó su testimonio anónimo a Drewry para efectos del análisis.
“Algunas navieras están aumentando sus BAFs en distintos montos; algunos armadores que habían acordado tarifas fijas están incorporando BAFs; incluso una compañía no respetó su tarifa inicial de contrato y solicitó agregar un ‘componente BAF’ adicional”, reza otro de los testimonios.
“Pareciera ser que cada naviera ha enfrentado la situación de manera diferente, por lo que es difícil entenderlo sino hasta que estas negociaciones estén completas. Para complicar aún más las cosas, todos parecen tener distintos nombres y abreviaciones para los nuevos cargos de combustibles por lo que es todo muy confuso. Es más, algunos armadores están sumando estos nuevos costos en sus tarifas mientras que otros las agregan como ítem separado. Incluso, todos estos costos varían de una compañía a otra y no parece existir un monto fijo por TEU. Finalmente, pareciera que estos costos serán reajustados mensualmente a medida que los precios de los combustibles varían además de las variaciones de las condiciones de mercado y competitividad”, arguye otro actor afectado.
El impacto financiero de la norma IMO2020 es un enigma. Es sabido que los costos subirán, pero no la cantidad ni el tiempo.
Aumento de cargos y precios
Como ejemplo, el transporte de productos químicos en la ruta mediterránea vio incrementos de tarifas spot variando desde US$10/TEU a US$290/TEU, dependiendo del armador, acercándose a un valor promedio de US$150/FEU. En términos logísticos y de procura, un aumento de US$150+/TEU en tarifas spot es un gran problema, pudiendo potencialmente destruir el presupuesto de transporte y causar daños permanentes a la credibilidad en compras.
Esta conducta por parte de los armadores no es sorpresiva. Los aumentos de precios búnker bajos en sulfuros durante el mes de enero es la evidente causa de las alzas de tarifas y sobrecargos a clientes para costear ellos mismos el incremento. La interrogante que provoca confusión es que los cargos búnker o las tarifas de fletes all-in se han negociado a la baja, especialmente en rutas menos transitadas, en los casos en que los expedidores cuentan con capital de negociación. Drewry se ha enterado de complejas discusiones entre shippers y armadores donde la implementación de nuevos sobrecargos BAF post IMO se combina con reducciones en todas las tarifas all-in (debido a presiones de mercado), resultando en una base negativa de tarifas de fletes.
Por otra parte, se han visto aumentos en las tarifas de fletes spot en las rutas Asia-Estados Unidos y Asia-Europa, según el World Container Index de la propia consultora. Los forwarders que forman parte de este índice comentan que los aumentos están en gran parte relacionados con el mayor volumen de carga previo al Año Nuevo Chino, pero también reflejan cargos BAF-IMO2020 más altos. Solo después del año nuevo lunar sabremos cuántos de esos aumentos serán permanentes.
¿Qué esperar?
Entonces, ¿cómo enfrentar esta confusión? La consultora propone estrategias tanto de corto como de mediano plazo.
En el corto plazo, Drewry está trabajando activamente en asesorar a los expedidores a cómo tomar control respecto de los sobrecargos. La consultora también cree que las navieras ajustarán sus tarifas bunker para que haya menos diferencia y así mantenerse más competitivos. Seguramente esto variará entre rutas, donde las menos concurridas sufrirán menos cambios, mientras que las de mayor volumen de tráfico se verán más afectadas. “El resultado de estas medidas solo lo conoceremos cuando las navieras publiquen sus resultados Q1”, lee el análisis de Drewry.
En cuanto a las medidas de mediano plazo, la consultora espera que haya más preguntas por parte de los shippers y más transparencia por parte de los armadores y forwarders. ¿Por qué basar los cargos búnker exclusivamente en bajo sulfuro, cuando hay un creciente número de naves que opera con depuradores, GNL o motores duales? ¿Acaso pueden las navieras y NVOs arriesgarse a la volatilidad de los precios búnker en algunas rutas comerciales y ofrecer tarifas fijas de 12 meses que incluyan el combustible una vez que se estabilice el mercado?
Lo cierto es que tomará un tiempo hasta que el mercado y los contratos y las cláusulas búnker se estabilicen y despejar la confusión actual. En el entretiempo, es importante estar preparados para actuar rápido y enfrentar bien estos grandes cambios.
Fuente: Mundo Marítimo