Guerra arancelaria, un riesgo y una oportunidad

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El Banco Mundial vaticina que el comercio caerá un 9 %. Para Ecuador aún no existen efectos directos, pero sí posibles ventajas.

El Banco Mundial se para en medio del ring, para advertir las consecuencias de la guerra arancelaria que se avecina entre Estados Unidos y sus grandes socios. No solo ha calculado que esta restricción podría mermar la actividad comercial global en un 9 %, sino que ha comparado este retroceso con el que se vivió con la crisis financiera del 2008. Y eso no es todo. Agrega que las consecuencias las sentirán particularmente los países en desarrollo y emergentes, como los de América Latina.

Ecuador, que tiene una estrecha relación comercial con Estados Unidos (cerca del 30 % de sus exportaciones van a ese destino), aún no ve efectos directos, debido a que entre los productos que ofrece a ese país no están ni el acero ni el aluminio, ítems que hoy están teniendo un alto costo arancelario para entrar al mercado norteamericano.

Sin embargo, el Banco Mundial advierte que esta gran disputa traería consecuencias negativas “para los mercados financieros, la inversión y la actividad global” y, por ende, afectaría uno de los principales pilares de crecimiento de las economías: el comercio.

Todo inició en marzo de este año, cuando el país norteamericano impuso un 25 % a las compras internacionales de acero y un 10 % a las de aluminio. Una medida que hizo que sus principales socios, como China, la Unión Europea, México y Canadá, aplicaran, en represalia, medidas parecidas a productos estadounidenses.

David Lewis, vicepresidente de Manchester Trade Ltd. Inc., una firma con sede en Washington (EE.UU.) especializada en tratados comerciales, cree que aún es “prematuro” vaticinar el nivel de impacto que este problema tendrá; esto porque, en primera instancia, él vislumbra también señales de oportunidad para terceros países.

“Canadá exporta acero a EE. UU., pero ahora tiene que pagar un 25 %. Una de las cosas que ese país hará, y que ya está haciendo, es buscar otros mercados para diversificar. Y ahí América Latina es una opción. Y para poder colocar su producto (debido a la competencia), tendrá que hacerlo a un precio más bajo”. Una práctica que podrían repetir otras naciones y que podría beneficiar el bolsillo del consumidor.

En esto concuerda Roberto Villacreses, socio del Instituto Ecuatoriano de Política Económica. No obstante, él cree que en esta nueva búsqueda de mercado, no es tan fácil que cualquier nación se vea beneficiada. “Para estos países que buscan redireccionar su oferta les será difícil reemplazar un mercado como el estadounidense. Por otra parte, si lo logran, probablemente opten por asociarse con naciones con las que han firmado acuerdos comerciales”. En ese sentido Ecuador, explica, quedaría desplazado frente a otros “que sí han tomado previsiones en su momento, y que pudieron diversificar sus volúmenes de comercio, con la mayor parte de países del mundo”.

Aranceles

Estados Unidos decidió aplicar aranceles del 25 % al acero y del 10 % al aluminio, una medida que le permitirá dar equilibrio a su balanza.

Reacción

China, Europa, Canadá y México tomaron una medida parecida. Este último impuso aranceles de hasta un 25 % al whisky, frutas, quesos y productos de la industria siderúrgica.

Litigio

México anunció el pasado lunes que iniciará un proceso de resolución de controversias ante la Organización Mundial del Comercio (OMC) en contra de EE. UU.

Fuente: Diario EXPRESO

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