Ganar dinero en el negocio del transporte marítimo de contenedores tiene tanto que ver con la suerte como con cualquier otra cosa, señala un reporte de Drewry, que argumenta que si una naviera finaliza el año en números rojos, esto a menudo se decide por fuerzas externas fuera del control de la gestión, como los precios del petróleo o los factores macroeconómicos que impulsan la demanda de sus servicios.
De hecho, un aumento inesperado en el precio del petróleo ha alterado drásticamente la base de costos de las navieras y ha obligado a Drewry a rebajar significativamente sus estimaciones de ganancias para la industria este año. A raíz de la investigación que lleva adelante para su próximo informe Container Forecaster que se publicará a fines de junio, la consultora sostiene que la industria solo alcanzará el punto de equilibrio en el mejor de los casos en 2018, ya que esperaba una ganancia operativa de aproximadamente US$5.000 millones.
La importancia de los precios del combustible en los resultados navieros se demostró una vez más el primer trimestre de 2018. A pesar del crecimiento relativamente fuerte de la demanda y las mayores ventas, un aumento interanual del 20% en los costos del bunkering supuso que la mayoría de las líneas presentaran pérdidas operativas.
Además de los costos de combustible más altos, las líneas también han tenido que absorber el costo adicional de un renaciente mercado chárter.La investigación preliminar de Drewry muestra que el transporte marítimo de contenedores sufrió en su primer trimestre de 2018 un margen operativo negativo en 12 meses.
La consultora no anticipa un retorno al área positiva del gráfico en el segundo trimestre, debido al hecho de que el combustible marino aumentó su precio aún más a partir de abril (el Rotterdam IFO 380 aumentó casi un 50% en mayo en comparación con lo que era en mayo de 2017) y porque las navieras hacen esfuerzos para recuperar parte del costo adicional con la controvertida fórmula de de los recargos de emergencia por el precio del combustible, los que sólo comenzaron aplicarse en junio y que aún así no compensarán los costos por completo.
Según Drewry, la rentabilidad debería mejorar durante la temporada alta en el tercer trimestre, pero dado que el cuarto trimestre es un período estacionalmente débil, la rentabilidad de la industria para 2018 podría tener dificultades para alcanzar el punto de equilibrio.
El resultado final del año dependerá en gran medida de la dirección que tomen los precios del petróleo y del éxito de las navieras en la aplicación de los recargos. Dada la situación actual, no es de extrañar que los transportistas estén considerando formas de reducir sus costos, incluyendo una reducción de la velocidad de la navegación o slow steaming, como lo sugirió MSC recientemente.
El fuerte aumento en los costos del combustible ha quitado el brillo de lo que de otro modo hubiera sido un año potente en cuanto a la demanda de contenedores. Los datos de Drewry para el desempeño de los puertos a nivel global en el primer trimestre mostraron que el impulso de 2017 fue absorbido en los primeros meses de este año, aumentando un 6% interanual.
Para Drewry la falta de control de costos de las navieras se ha hecho presente nuevamente para arrebatarle parte de este año. Los recargos de emergencia por el precio del combustible deberían limitar la exposición a los costos de combustible de las navieras en la segunda mitad, pero muy pocas navieras tendrán números azules a fines de año.
Fuente: Mundo Marítimo