Las líneas navieras se están preparando para una demanda débil durante la habitual temporada alta, con las cadenas de suministro todavía agitadas por la pandemia del coronavirus (covid-19) y el retail de Estados Unidos y Europa frenando los planes de reabastecimiento, informó Wall Street Jounal.
Las líneas navieras que transportan la gran mayoría de los productos manufacturados del mundo han cancelado desde principios de marzo más de una cuarta parte de todos los viajes en las rutas de Asia a Europa y del Transpacífico, las mayores rutas comerciales del mundo, según los proveedores de datos marítimos.
SeaIntelligence Consulting, expresa que las cancelaciones equivalen a la retirada de más de 4 millones de contenedores de capacidad y que los transportistas han seguido disminuyendo los zarpes programados para el tercer trimestre, lo que indica que la demanda de los principales importadores occidentales siga siendo débil.
«El temor a un resurgimiento del virus significa que los minoristas traerán sólo lo que saben que pueden vender», dijo Lars Jensen, «director ejecutivo de SeaIntelligence». «Hay un silencioso período previo al Black Friday en los Estados Unidos que inicia las compras navideñas y esperamos que el volumen de contenedores baje un 10% en total este año. No hay temporada alta, sólo la gestión de la flota para reducir los costos».
Es en los meses de verano (hemisferio norte) cuando la actividad naviera se acelera, ya que los minoristas comienzan a acumular inventarios para satisfacer la demanda de los consumidores más adelante en el año.
Pero los cierres de tiendas debido a las cuarentenas determinadas ante el coronavirus han golpeado la demanda y han arruinado la planificación tradicional para el otoño septentrional. El aumento del 17,7% interanual de las ventas del retail en mayo en Estados Unidos, dejó las ventas generales por debajo de los niveles pre-pandémicos, y la proporción de inventarios de venta minorista en abril se disparó a 1,68, el nivel más alto desde 1996 y una indicación de que los almacenes de todo el país estaban repletos de mercancía.
En la Unión Europea, el comercio minorista cayó un 11,1% en abril respecto a marzo, según la agencia oficial de estadísticas Eurostat.
Además de una demanda débil, los minoristas se enfrentan a cadenas de suministro que han sido totalmente modificadas por la pandemia. Algunas entregas se han retrasado hasta dos meses porque las fábricas de China y otros países cerraron en su mayoría en marzo y abril.
«Acabamos de abrir después de tres meses y estamos recibiendo entregas de ropa de primavera», dijo Varvara Petridi, dueño de dos tiendas de moda de alta gama en Atenas, Grecia. «Tenemos muchos trajes y vestidos ligeros sin vender, pero no trajes de baño, sandalias y toallas. Vendrán en agosto, si todavía estamos en el negocio. Es un desastre», resumió.
Las cifras de importación por mar desde que comenzaron los cierres sugieren que el retail se está concentrando.
Los principales puertos de los Estados Unidos manejaron 1,61 millones contenedores importados en abril, según el informe Global Port Tracker preparado por la Federación Nacional de Minoristas y Hackett Associates, con una disminución del 7,8% con respecto a un año atrás. El grupo de venta minorista prevé para mayo, junio y julio disminuciones anuales del 14,6%, 12,9% y 17,4%, respectivamente, y los volúmenes se mantendrán muy por debajo de los niveles del año pasado durante el resto de 2020.
La caída de la demanda ha empujado a las compañías navieras a reducir drásticamente sus operaciones, lo que supone un cambio con respecto a anteriores recesiones que han visto a las líneas navieras luchar por la disminución del volumen de contenedores ofreciendo precios más bajos y enviando buques con tarifas de flete que apenas cubrían los costos operativos.
Ahora, están retrasando órdenes buques y cancelando servicios, ya que se centran en la gestión de capacidad. Las encargos de construcción de nuevos de buques están en su punto más bajo en varios años, Braemar ACM Shipbroking de Londres: «Hay alrededor de 300 buques portacontenedores ordenados, lo más bajo en al menos 20 años», aseguró el analista de Braemar, Jonathan Roach.
Fuente: Mundo Marítimo