El Banco Mundial presentó este 11 de enero de 2022 su actualización de las proyecciones de crecimiento global.
En el caso de Ecuador, el organismo estima que la economía ecuatoriana creció 3,9 % al finalizar 2021. Anteriormente, en octubre, había calculado 3 %. Mientras que para 2022 prevé un crecimiento de 3,1 %; su anterior previsión era 3,4 %.
La entidad señaló que tras el fuerte repunte registrado en 2021, la economía mundial está entrando en una pronunciada desaceleración en medio de las nuevas amenazas derivadas de las variantes de la COVID-19 y el aumento de la inflación, la deuda y la desigualdad de ingresos, lo que podría poner en peligro la recuperación de las economías emergentes y en desarrollo.
Según la edición más reciente del informe Perspectivas económicas mundiales, que publica el Banco Mundial, se espera que el crecimiento mundial se desacelere notablemente, del 5,5 % en 2021 al 4,1 % en 2022 y al 3,2 % en 2023, a medida que la demanda reprimida se disipe y vaya disminuyendo el nivel de apoyo fiscal y monetario en todo el mundo.
De acuerdo al Banco Mundial, la rápida propagación de la variante ómicron indica que probablemente la pandemia continuará afectando la actividad económica en el corto plazo. Asimismo, la marcada desaceleración de las principales economías (tales como los Estados Unidos y China) pesará sobre la demanda externa en las economías emergentes y en desarrollo.
«En un momento en que los gobiernos de muchos países en desarrollo carecen de espacio macroeconómico para apoyar la actividad si fuera necesario, los nuevos brotes de COVID-19, la persistencia de las presiones inflacionarias y de los cuellos de botella en las cadenas de suministro, así como la elevada vulnerabilidad financiera en numerosas partes del mundo, podrían aumentar el riesgo de un aterrizaje brusco», dijo el organismo.
“La economía mundial se enfrenta simultáneamente a la COVID-19, la inflación y la incertidumbre respecto de las políticas; el gasto público y las políticas monetarias se adentran en un territorio desconocido. El aumento de la desigualdad y los problemas de seguridad son particularmente perjudiciales para los países en desarrollo», dijo David Malpass, presidente del Grupo Banco Mundial. «Para lograr que un mayor número de países se encamine hacia un crecimiento favorable, se requiere la acción internacional concertada y un conjunto integral de respuestas de política en el nivel nacional».
Tras un año marcado por los contagios de COVID-19, pese al avance progresivo del proceso de vacunación y la inflación que afecta a diversos actores de la región, la entidad contempla el crecimiento económico de América Latina en un 2,6 % para este año y un 2,7 % para el 2023.
«Si se ponderan las cifras en función del PIB, la región de América Latina y el Caribe perderá terreno en el ingreso per cápita no solo en relación con las economías avanzadas, sino también con las de Asia oriental y el Pacífico y las de Europa y Asia central», concluye el reporte.
Fuente: Diario EXPRESO