Las negociaciones laborales entre estibadores sindicalizados de la Costa Este de EE. UU. (USEC) y del Golfo (USGC) y los operadores portuarios fueron reanudadas, hasta ahora sin éxito, con un plazo de solo dos meses antes de la expiración del actual convenio colectivo el 15 de enero. En el centro del conflicto se encuentra el uso de la automatización en los puertos, un tema que divide profundamente a ambas partes, recogen distintos medios de Estados Unidos.
La International Longshoremen’s Association (ILA) que reúne a los estibadores y la United States Maritime Alliance (USMX), que representa a las líneas navieras y operadores de terminales, se reunieron recientemente en Nueva Jersey. Sin embargo, el diálogo se interrumpió poco después, luego de que el sindicato se opusiera a los planes de los empleadores para expandir la maquinaria semiautomatizada en las terminales portuarias. “La automatización, ya sea total o semiautomática, sustituye puestos de trabajo y erosiona las funciones laborales históricas por cuya protección tanto hemos luchado”, declaró la organización sindical.
Por su parte, la USMX argumenta que la tecnología es esencial para mejorar la eficiencia y gestionar los crecientes volúmenes de carga en terminales ubicadas en áreas urbanas congestionadas. Además, señaló que las propuestas del sindicato para restringir el uso de equipamiento limitarían la capacidad de la industria para adaptarse a las necesidades actuales.
Tiempo juega en contra
Ambas partes enfrentan la presión de evitar una repetición de la huelga de tres días que en octubre cerró múltiples puertos de la USEC y la USGC, afectando el suministro de alimentos, vehículos, materiales de construcción y ropa. La huelga se resolvió tras un acuerdo provisional que aumentará los salarios de los estibadores en un 62% durante los próximos seis años, pasando la tarifa horaria de US$39 a US$63. No obstante, este acuerdo también incluyó la exigencia de los empleadores de negociar una mayor adopción de la automatización en las operaciones.
Trump inclinaría la balanza
El cambio de administración, que entrará en vigor el 20 de enero con el segundo mandato de Donald Trump, podría influir en las negociaciones. Algunos responsables del sector marítimo anticipan que la administración entrante podría mostrarse más favorable a los empresarios en cuanto a políticas laborales y tecnológicas.
Harold Daggett, presidente del ILA, ha manifestado su postura en contra de la automatización durante más de un año y ha indicado en una carta a los miembros del sindicato, fechada el 5 de octubre, su intención de asegurar “fuertes protecciones” contra la introducción de tecnología automatizada que ponga en riesgo el empleo de los estibadores.
La incertidumbre generada por las posibles huelgas llevó a que la Federación Nacional de Retail de EE. UU. eleve sus previsiones de importación, anticipando la introducción de bienes en el mercado estadounidense antes de lo habitual para mitigar el impacto de un potencial paro. Según las estimaciones, el volumen de importaciones podría alcanzar los 2,15 millones de contenedores en noviembre, un 13% más que la previsión inicial.
Fuente: Mundo Marítimo