Luego de una fuerte alza en las tarifas spot en la ruta transpacífico Asia-costa oeste de norteamérica desde julio, el impulso podría llegar a su fin.
El retiro de algunos servicios –de la mano de las nuevas tarifas impuestas por el presidente estadounidense- aumentó la demanda de la capacidad disponible, disparando las tarifas en el mencionado mercado frente a un alza momentánea del uso de la ruta, indica un reporte de Drewry.
Pero ahora que ya han entrado en vigencia las restricciones comerciales impuestas por Estados Unidos a China la bonanza de los pasados meses está llegando a su fin.
La lista de bienes tarifados incluye mayor cantidad de productos transportados vía contenedor, lo que explica el alza interanual de 2,5% registrado en la ruta durante el tercer cuatrimestre, según consigna el más reciente informe Container Insight Weekly de la consultora británica.
Altas expectativas
Sin embargo, estas alzas ‘artficiales’ en el shipping estacionario tienen altas proyecciones. Al 1 de enero 2019 entrarán en vigencia total las restricciones comerciales de Estados Unidos a China, con lo que se espera un nuevo aumento forzado de la actividad en la ruta transpacífico durante noviembre y diciembre 2018.
Drewry advierte, no obstante, que el peligro es que este incremento falso no sustente las negociaciones futuras de contratos anuales hechos en base a estos resultados.
Es posible que haya nuevas alzas futuras, pero lo más probable es que los armadores se vean forzados a suspender servicios para mantener la demanda en niveles que soporten tarifas y utilización de naves para negociación de contratos.
La extraordinaria situación que las tarifas han creado significa que es muy difícil especificar la demanda en la ruta. Según Drewry, el promedio de 12 meses sugiere que es relativamente débil, aun considerando el estímulo provocado por la política comercial del presidente Trump.
Impacto negativo
Las presiones en los departamentos de logística de importadores estadounidenses han sido considerables.
No solo han tenido que enfrentar dificultades en asegurar espacio para el transporte, sino que también han tenido que aguantar completas revisiones de los horarios de sus cadenas logísticas para acomodar órdenes adicionales compradas por adelantado para evitar las nuevas tarifas.
La disponibilidad de camiones también se ha visto puesta a prueba con escacez de vehículos, conductores y horas al volante.Un problema es que las navieras están capitalizando en un boom prolongado en la ruta, pero inevitablemente finito.
Maersk Line está por traspasar dos naves de 17.800 TEU al servicio 2M TP6/Pearl, con recalada en Los Ángeles, para que se sumen a las actuales 6 unidades de 13.000 TEU. La pregunta es ¿cuánto durarán estos portacontenedores en la ruta?
La conclusión de Drewry es tajante: la ruta transpacífico es actualmente la más impredecible. Si por el momento las navieras están agradeciendo al presidente Trump, más pronto que tarde verán sus volúmenes desvanecerse en medio de las negociaciones de contratos el próximo año.
Fuente: Mundo Marítimo