Las ventas no petroleras cerraron el 2018 con un incremento de 4,9 %, muy por debajo al de las importaciones (12,2 %). La oferta sigue siendo limitada.
En el 2018 el país logró colocar en las perchas del mundo $ 12.804 millones entre productos primarios y no petroleros. Se trata del monto más significativo en los últimos años; sin embargo, con un ritmo de crecimiento a cuestas que no convence en el mundo empresarial. Al cierre de año, esa cantidad significó un 4,9 % más si se la compara con el 2017, aun muy por debajo del resultado reflejado en las importaciones, 12,2 %.
Si bien hay un mejor resultado que el año pasado, explica Nancy Celi, experta en comercio internacional, se debe tomar en cuenta que ese incremento no se da por el surgimiento de nuevos productos dentro de la canasta de oferta, o por un incremento significativo en los montos de las exportaciones consideradas no tradicionales. Por el contrario, acota, buena parte de ese resultado (595,6 millones de dólares) se ha dado por la venta de camarón, banano y atún, que por años en el país han sido el motor generador de divisas.
Ecuador, dice Celi, continúa dependiendo de muy pocos productos. Su estructura de exportaciones, dice, incluso es mucho más concentrada que la que tenía en 1980. Al término de 2018, el 70,5 % del total exportado ($ 21.606 millones si se incluye al crudo) provino del camarón, del banano y del petróleo, una cifra contundente, dice, para ratificar que la política comercial no está dando los resultados esperados.
Según el Banco Central, el año pasado la debilidad de las exportaciones no petroleras frente a las importaciones ($ 17.762 millones) hizo que el año cerrara con un déficit no petrolero superior en 36,8 %, al alcanzar los $ 4.958 millones. Y eso es negativo, sostiene Patricio Alarcón, presidente del Comité Empresarial Ecuatoriano (CEE), pues no fortalecer a este sector es no apostar por una estrategia que podría originar divisas al país de una forma sostenible. A su criterio, aún falta trabajar en dos áreas: en fortalecer la competitividad a través de una mejora de leyes laborales, una merma de impuestos, aranceles y tramitologías, para lograr abaratar costos; y “por otra parte se debería definir cuáles son las estrategias productivas para exportar más: ver cuál es la demanda del exterior, a qué plazos, cuál es la tendencia en productos”.
Según Larry Yumibanda, presidente del Colegio de Economistas del Guayas, Ecuador debería emular las estrategias de Paraguay de impulsar su agroindustria. Una política con la que han podido crecer hasta 5 % anual en su oferta durante los 10 últimos años. El 80 % de las exportaciones ecuatorianas proviene de las actividades ecuatorianas, dice. La clave está en especializar esa oferta e industrializarla.
Por sectores
El petróleo
El año pasado fue de recuperación. Las ventas por este rubro sumaron 8.801 millones de dólares, un 27,3 % más si se compara con el 2017. La recuperación del precio del barril ayudó al país a mejorar sus ingresos.
Oferta estrella
Tal como estaba previsto, el camarón terminó siendo el producto de mayores ventas: $ 3.234 millones, un 6,5% más. En la lista le siguieron el banano, con $ 3.196 millones; enlatados de pescado, con $ 1.235 millones; y flores, con $ 851 millones.
Mayor caída
El café continuó siendo el producto con mayor retroceso dentro de la oferta tradicional. Facturó $ 82 millones (30,9 % menos). Otros sectores con pérdidas fueron el de jugos y conservas (-14 %) y el de aceites y extractos (-8 %).
El detalle
Balanza comercial total. En el 2018, Ecuador sumó un saldo en contra de $ 514 millones, resultado de la resta entre lo que compró y vendió.
Fuente: Diario Expreso