Por: Karla López C.
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Guayaquil, es considerada la capital económica de Ecuador. El majestuoso río Guayas afirma la autonomía y actividad comercial de la ciudad puerto por excelencia.
La perla del Pacífico tiene su fortaleza, y esa, es el puerto, que está situado en la costa occidental ecuatoriana (Océano Pacífico), en el brazo de mar Estero Salado y a diez kilómetros al sur de la ciudad.
El puerto, cuya bandera tiene los colores celeste que representa al río Guayas y el blanco que significa paz, es uno de los más importantes de la costa del Pacífico oriental. Se estima que más del 60 % de las exportaciones privadas del país salen desde sus instalaciones, e ingresa el 83 % de las importaciones.
De acuerdo al último informe entregado (2017) por América Economía Intelligence, el puerto de la urbe porteña es el décimo en América Latina y el Caribe, al registrar un movimiento de carga promedio anual de 1,8 millones de TEUs.
El hinterland lo tiene Guayaquil. Y esa zona de influencia industrial y económica incide en el dinamismo portuario e inversiones que realiza Contecon- que junto a Andipuerto concesionan el Puerto Libertador Simón Bolívar- y las terminales privadas, asentadas en la Trinitaria, Fertisa, la Domingo Comín, en la vía a la costa.
Y para cerrar con broche de oro la celebración del Guayaquil libre e independiente, se anunció la adjudicación del dragado de profundización del canal de acceso a las terminales portuarias marítimas y fluviales, públicas y privadas, a la empresa belga Jan De Nul.
Con esta obra se prevé que Guayaquil sea un imán para los grandes barcos y navieras, y aumente su posicionamiento frente a sus competidores regionales Buenaventura, en Colombia; y Callao, en Perú.